lunes, 10 de octubre de 2011

DESNUDEZ


O

Imagen por Fred Folsom

Mi cuerpo dibuja las líneas que el ayer esbozó, antes de tantos tic tacs. Por las noches algunas de esas líneas salen de mi piel y se convierten en lombrices que con su baba se deslizan hasta mis orejas. Entonces, mis líneas me susurran secretos al oído. Mientras, yo duermo y en mis sueños la visito, me hundo en sus ríos, me ahogo en sus mares, salto de sus montañas después de escalarlas y antes de caer, vuelo a la espesura de su noche.

Cuanto silencio han cosido con manecillas como agujas sobre nuestros labios al nacer, al llorar…al pensar.
Nos sellaron con un nombre, diseñaron un boceto para nuestro destino; trazado por alguien más.

Anoche soñé con hoy. Estaba recostada en mí cama, en el techo el dibujo de John Lennon; desnudo, como yo. Salí desnuda a la calle, nadie llevaba ropa, todos sonreían y se miraban a los ojos. En la calle no había basura.
Luego soñé con una mujer. Su cuerpo estaba cubierto por pasto. Mi sueño parecía un filme siendo rebobinado, la mujer se iba llenando de juventud, hasta su niñez y al final, su nacimiento. Un jardinero podó su cuerpo después de salir del vientre de su madre, el doctor la tomó por los brazos mientras la pequeña lloraba. Un señor monstruoso entró a la sala de parto, llevaba una camilla en la que yacía el molde de un esbelto cuerpo femenino; era de cemento. El doctor se acercó e introdujo a la pequeña dentro del molde, luego lo cerró con más cemento. La pequeña dejó de llorar.

En mi sueño, como en la televisión, la imagen cambió repentinamente. De nuevo me veía a mí recostaba en mí cama. Al levantarme y asomarme al espejo, vi el reflejo de mis ojos, oscilando hipnotizados. Mi reflejo repitió varias veces la misma frase, como un robot que sigue órdenes:
“Con gris desdibujaron la esmeralda de nuestro origen. Vertieron metal sobre nuestras venas. De plastilina moldearon nuestros sesos.”

En el mundo que habita detrás de mis párpados somos nómadas sedientos de la pócima que emerge de las plantas. Inyectamos la poción y nuestro cerebro se vuelve más verde, más sabio. Árboles crecen con tan solo lanzar miradas a la tierra fértil, en la pradera. Beso unos labios bajo un árbol; comemos frutas y reímos, el sol cae sobre nosotros.

Hoy que amanecí miré el perfil desnudo de John Lennon. Después elegí unos jeans, una playera y salí a la calle…Nadie estaba desnudo. En la ciudad no había pasto. No había verde, todos llevaban máscaras.

Construyeron una ciudad sobre el cadáver de la naturaleza y luego la disfrazaron como la mano de un hombre que con sus guantes ahoga y luego desaparece. Ha llegado el momento de desvestir a la ciudad

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