lunes, 27 de abril de 2009

Vela Torio

Formada en la burocracia de los transportes, miré hacia la pantalla de horarios, destinaciones y fechas y noté dos cosas:
1) Era esa hora que me persigue para que le confiese mis penas en forma de peticiones; las 11:11.
2) Era mi cumpleaños.
Ahí, en otro continente sola y lejos de todos y de nadie a la vez, me sometí a los cuatro unos y desee no volver a cumplir años; lo medité y medí las probabilidades.
"Es mas probable que te mueras este año a que el tiempo se detenga y se apiade de ti" dijo Úrsula, la niña de mi cabeza.
Happy Birthday!" gritó la escuálida mujer del check in.