domingo, 20 de septiembre de 2009

Denigración, “La Diosa Dolida” 1989

No importa cuan mal se sienta la denigración, o que tan libertina sea, hay una simple regla que amenaza con atacar:
“Siempre se puede llegar a un nivel mas bajo de denigración del que llegaste la última vez”.
Reina de tantas fiestas y vicios, la luz no le da en el rostro y cuando amaneces y cobras memoria prefieres quedarte con ella en la oscuridad de tu habitación.
Diosa del dolor, enemiga de la división de sexos, fiel compañera de camas, triste doncella corrompida. Una oda a un ser tan complejo que su simple nombre da la idea de una sensación mas aguda que un charco de lágrimas viscosas.
Su peor aliada es la burla y su mejor amiga, a veces soy yo. Tal vez no me sienta orgullosa, pero las penas se pagan y el orgullo no cabe en la copa de Brandy y “Diosa Dolida”.