domingo, 2 de agosto de 2009









Siempre le saco la lengua a la niña que se refleja cuando me miro en un espejo. A veces mientras duermo me pregunto ¿por qué? y mas tarde sueño con la brillantez de sus ojos color laguna. Tras encontrar la respuesta comprendo que dentro de sus ojos hay un mundo en el que esta cayendo lluvia. Supongo que es por eso que sus ojos siempre brillan. En fin, esta mañana, al sacar la lengua noté que me estaban saliendo las muelas del juicio. ¿Qué indican las muelas del juicio? Acaso es una invitación a la severidad del mundo adulto. Es injusto desde mi punto de vista que aparte de que a los veinte años uno se tiene que hacer responsable cada vez más de uno mismo, tenemos también que lidiar con las molestias de estos molares. ¿Que no la evolución podría hacer algo a nuestro favor y eliminar estos incisivos que son tan innecesarios que es de suma importancia removerlos?
Tal vez esta mañana que los encontré fue una de esas en las que uno amanece con el pie izquierdo. Corrí a mi cama a dormir más tiempo para amanecer con el pie opuesto.
No sirvió de nada dado que cuando desperté y amanecí con el pie derecho mis muelas juiciosas seguían en su sitio e incluso parecían más grandes que antes.
Lo que mas me asustó fue mi reacción. Solo alguien muy inmaduro cree este tipo de sandeces y se duerme de nuevo para amanecer con el otro pie. Tal vez no estoy preparada para tener muelas del juicio, ni veinte años, ni nada de ese mundo urbano de adultos responsables.